Son las 4:36 de la madrugada, debería estar durmiendo, pero tenia que terminar de escribir esto. He caído y me he levantado mil veces.
He lastimado mi cuerpo, mi mente y mi corazón, jurando que lo merecía.
He llorado mil veces en la regadera para que nadie me escuche y otras veces hasta quedarme dormida.
A veces pienso que la vida no tiene sentido alguno, que es rutinaria y al final todos vamos a morir.
Lo admito, no me ame en mi momento. No tuve la maravillosa experiencia de hacerlo, pero moriría por hacerlo tan siquiera una vez. He perdido a miles de personas que eran el mundo para mí, que sostenían mi felicidad sin siquiera saberlo. He dependido del amor, he odiado al amor, he querido morir por amor. Si, he maldecido a miles de personas, pero siempre termino maldiciéndo al reflejo en el espejo. Se han burlado de mí, me han humillado, me han hecho sentir que no valgo y me han rechazado por ser diferente.
¿Pero sáben algo? Sigo viva, y lo seguiré estando hasta que no lo soporten más, hasta que revienten sus venas de coraje. Me ha tomado tantos años entender que esta es mi vida y que no puedo cambiarla por algo mejor, sino que tengo que hacer lo mejor de ella. Cada día parece una batalla y si no he aprendido a amar lo que soy al menos he aprendido a amar mi lugar en esta guerra. Aquí estoy y nada ni nadie me moverá.
Cada mañana quiero despertar para poder ver una sonrisa, para poder sentir un abrazo, escuchar un “te quiero”, leer una frase hermosa, sentir el viento, el sol, sentir amor.
Nada se termina con un mal momento. En realidad la vida si tiene un final feliz para mí, pero no puede ser ahorita, o moriría demasiado jóven. Quizás sea dentro de unos 60 años, con esa persona al lado mío que lleve mi vida entre sus brazos, mis historias, mis defectos y mis fantasmas… Quizás ese sea el final feliz de la historia de cada uno, sólo que nos hemos rendido tantas veces por no tenerlo en el momento que queremos. O quizás mi final feliz sea morir feliz de ser quien soy, amándome, entendiendo mis defectos y mis errores. Amándo todas y cada una de las cosas que me hacen ser quien soy.
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