De noches y melancolías

Puedes irte si quieres, no te voy a detener, no me digas adiós, no pretendas que te duele la despedida. Déjame recuerdos buenos, sensaciones eternas, el silencio antes del beso, el rubor después de el, tu respiración en mi boca, tus manos en mi piel. No quiero un hasta pronto, mucho menos hasta luego, déjame sin lamentos, sin sonrisas fingidas. Déjame la habitación llena de muecas, el espejo lleno de miradas y caras mutuas, tus labios pintados en aquel vaso y la almohada con impregnada con tu olor…