Borra a menudo si quieres escribir cosas dignas de ser leídas. Cualquiera que no este cometiendo errores es que no esta intentandolo lo suficiente.

miércoles, 22 de febrero de 2017

Reflejos.

No sé quien soy, ando por la vida sin rostro, con la pereza de quien carga una máscara muy pesada, identificándome a base de manos y pies. Luego, sin previo aviso, así como quien no se lo espera, tengo la suerte de reconocerme en el reflejo de tus ojos, y entonces pareciera que he nacido par algo y que camino y que respiro con razón. No diré que me muero por ti, más bien debo decir que me muevo por ti; que triste, que patético, pero es lo que hay, es lo que me mantiene, no sé si viva, pero si latente. Busco los besos para que mis labios existan, y cuando tus ojos se cierren para siempre, entonces yo moriré. No sé si esto es amor, en realidad no sé nada, no sé comprender la vida si no me dices qué es. 
Tus ojos es como aquella primera foto, que nos dice que sí, que somos así, con esa cara, con esas cejas, con ese pelo, y esas piernas, con esa expresión tonta, con la uñas chuecas, en la casa de tal, que nunca cambiaremos demasiado y que probablemente muramos así, jodidos, feos, vueltos mierda, pero con un amor sincero en el pecho, al menos.

Solo eso...



Y me volveré loca, en esa madrugada,

Porque sabré que después de la larga noche,

Te encontraré a la mañana,

Por fin, en una misma cama,

Despertando entre tus sabanas.


Me reconfortare en tus brazos,

Y me volveré a encontrar en tu besos.

Tan sólo quiero aquellas charlas que extraño,

Y otras tantos detalles, que solo nacen cuando estoy contigo

martes, 21 de febrero de 2017

Tengo.


Para ti tengo infinitas sonrisas con el mismo valor en alegrías, una agenda llena de letras equivalentes a sentimientos, un sin número de pensamientos con el mismo número de veces que te extraño, tengo un universo de segundos en los que no estás pero en equivalencia te siento, tengo un "te quiero" atragantándome en la garganta cruzando de extremo a extremo el alma ausente en mí, para ti tengo problemas a montones con soluciones cursis y llenas de besos.

Tengo un contrato esperando perfeccionarse con tus iniciales en negrillas y un espacio en blanco para nuevas cláusulas, tengo momentos de molestos silencios y canciones llenas de fascinante ruido, tengo melodías tristes con pésima filosofía pero con un sentimiento incomparable, tengo ganas ocultas en tus indiferencias, tengo fe sin final todo para que no llegue el fin.

Tengo miles de recuerdos en muy pocos minutos, tengo un poco de todo pero nada de mucho, tengo el sabor de tus labios acariciando los míos, el aroma de tu cabello asfixiando mis delirios, tengo nada de mucho y todo de nada, tengo la poca belleza de la materia en mis manos pero la infinita belleza de tu piel en mis desvelos, estoy hambriento de tu esencia y extasiado de tu sofocante, fría, aparente pero sobretodo inexistente insensibilidad, aun así tengo para ti todo lo que no tengo aún pero que estando contigo puedo tener, tengo todo si te tengo, tengo para ti un hombre imperfecto, un zarandajo incompleto, tengo para ti poco por ahora y poco para siempre pero mucho más cada día, tengo para ti lo que soy y seré, tengo para ti sueños a la mitad, anhelos inconclusos, amores a retazos, para ti estoy aquí, sin ser más de lo que puedo, pero siendo justo lo que mereces.

sábado, 18 de febrero de 2017

Cerca y lejos.

Yo solo quería quererlo, regalarle palabras, escuchar sus silencios y aliviar sus nostalgias; yo solo quería sentirlo en la parte profunda del alma, quería quererlo así sin contratos, sin alianzas, querer algo imposible y fuera de mi alcance.

martes, 7 de febrero de 2017

Ligera, tranquila, yo.

Si, me siento más ligera, más tranquila, más yo. 
Desde hace ya mucho tiempo que no me sentía tan relajada, tan fresca, tan en el aire, y es que hace mucho tiempo que no soltaba lo que tenía que soltar, y no, no me mal interpreten. Hacía mucho tiempo que tenía tantas cosas que decir que si, me siento muy bien.

Ese nudo, ese peso, ese estorbo en la garganta y en el corazón ya no está. No recuerdo la última vez que fui tan pero tan sincera contigo, contigo misma. ¿Difícil?  Si fue difícil y mucho, soltarme de ti fue la cosa más estúpidamente fabulosa, y no hacía mucho, solo un café y una noche de desvelo. No hacía falta más para sentirme tan ligera, tan tranquila, tan yo.