Borra a menudo si quieres escribir cosas dignas de ser leídas. Cualquiera que no este cometiendo errores es que no esta intentandolo lo suficiente.

domingo, 19 de enero de 2014

Me haces sentir protegida

Siempre pensé que podría erradicar este sentimiento cuando un amor "verdadero" llegara a mi vida, creía que lo que sentía hacia ti era una vaga ilusión que con el tiempo desaparecería irremediablemente. Sin embargo sigues aquí, te entrometes todavía en mis sueños, aceleras mi corazón, me inunda de calor cada signo de cariño por tu parte; aunque tú no lo veas de la misma manera. Sé que finges desinterés ante mis secretos, ante mi amargura, pero con acciones te contradices y me haces feliz. A tu modo me haces sentir más amada que nunca. Entiendo que mi locura no tiene límites, pero nunca dejaré de fantasearte, estaré enamorada de ti hasta que me regales un tierno beso, tal vez hasta ese momento ya no idealizaré las pequeñas cosas que haces por mí. Quizá remotamente en el día que toque tu bzrostro, se acabará esta pasión que quema el alma. Debo aprovechar cada minuto para decirte que te quiero, para que sepas de mi voz que eres importante, que no ha pasado un solo día que no piense en ti con una sonrisa sobre los labios. Debes saber...que te quiero, te quiero, te quiero; ¿lo sientes? Estoy para ti, siempre junto a ti. 

Desde el 19 de enero se venia escribiendo. Hasta que hoy se concluyó. 

sábado, 18 de enero de 2014

El, era así.

No sé. Hay gente que se muere y, con todos los respetos, no se pierde nada. Pero él era de los que, cuando ya no están, lo notas. Como si el mundo entero, de un día para otro, se hiciera un poco más pesado. A lo mejor este planeta, y todo lo que hay en él, flota en el aire sólo porque hay muchos por ahí, ocupados en mantenerlo en su sitio. Con su ligereza. No tienen cara de héroe, pero mantienen el garito en marcha. Son así, era así. O sea: era capaz de cogerte por el brazo, un día cualquiera, por la calle, y decirte en gran secreto.
-Una vez vi ángeles. Estaban en la orilla del mar.
A pesar de que él no creía en Dios, era un científico, y no mostraba gran predisposición hacia las cosas de la Iglesia, no sé si me explico. Pero había visto ángeles. Y te lo decía. Te cogía del brazo, un día cualquiera, por la calle, y con la maravilla en los ojos te lo decía.
-Una vez vi ángeles.
-Te conocí
¿Cómo no querer a alguien así?